sábado, 4 de agosto de 2007

Invisible y Aguafiestas

En un Mundo desconocido...

...una chica invisible caminaba por la Tierra. Su voz era escuchada en raras ocasiones para realizar una celebración. Era la comunicación del grupo de amigos de la noche que se comunicaban a través de la chica invisible.

Ella llamaba y casi nunca recibía llamadas. Quizás alguien se dignaba a darle un toque de atención para que realizara la llamada al gusto de otra chica, Aguafiestas.

Invisible siempre estaba muy alegre y le gustaban las celebraciones con sus amigos porque ella se divertía muchísimo, pero Aguafiestas tenía un plan ruín de amargar la fiesta a Invisible. De hecho, no le costaba mucho trabajo, porque Invisible era poco significante y nadie le echa cuenta nunca, sólo está para que se gaste lo rumiales en los demás.

Invisible se estaba viendo el percal y le debía un favor a dos amigos del grupo. Así que decidió invitar a esos dos amigos al cine esta noche. Uno de sus amigos con un corazón tierno no pudo ir sin invitar a Aguafiestas y a otro amigo. Así que Invisible comunicó dicha celebración, que fue aceptada por todos.

Aguafiestas, para aguar la fiesta, se hizo la remolona y aceptó a regañadientes. Pero Invisible se sintió ya por cumplida al gastarse la llamada en ella, por lo que no le invitó al cine, sólo le comunicó la reunión.

Se llegó al sitio de la celebración para aguantar a Aguafiestas refunfuñando por los dinerales que se estaba gastando en una reunión con sus amigos (Invisible aguantando el tipo para no decirle que no estaba obligada). Después de diversas críticas de Aguafiestas sobre Invisible se entró a ver la película.

Cuando se termina la película, parecer ser que termina la función, y Aguafiestas determina que es momento de que cada uno se vaya a su dulce hogar...

¿Invisible? Acompaña a Aguafiestas a su puerta y a todos los amigos que pueda hasta su hogar, quedándose invisible en una parada de autobús junto a dos borrachos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Princesa en Adobo

En un Mundo desconocido...

...suele haber muchas princesas pululando por las calles. Dicen que no saben qué hacer con ellas porque invaden el corazón de los hombres más tiernos, tienen ese don especial que nadie consigue entender. De forma que las campesinas se quedan sin hijos para el campo porque sus hombres no son capaces de suspirar por ellas.

Una de las campesinas más brutas se quedó un día sin ingredientes porque el hijo al ir a comprar se quedó en el mercado admirando a las princesas que pasaban ante sus narices. La mujer fue a buscar a su hijo y cuando vió el percal... decidió cocinar a una de las princesas para no comérsela.

Las princesas no se fijaban en las campesinas, sólo hablaban con hombres fornidos y otras princesas, las demás se volvían invisibles para ellas. De esta manera la campesina aprovecho y fue empujando a una de ellas hasta su humilde hogar, como la princesa no la veía se pensaba que era el viento quien la dirigía.

Una vez en casa de la campesina la princesa se horrorizó, ¿qué hace ella en una casa de esclavos?

Fue la gota que colmó el vaso de la campesina bruta y después de cerrar la puerta con llaves y trancas empezó a cocinar. No iba a desguartizar a la princesa (aunque era una idea que le encantaba).

Adobito rico fue lo que le salió y con ello a la princesa embadurnó.

El hijo abrió los ojos de par en par y la campesina se dió cuenta que su primogénito ya no le prestaba atención a la princesa. Ella perdió su encanto hechizador...

A los dos meses todas las campesinas estaban felizmente casadas.