miércoles, 17 de marzo de 2010

Jaligan y la enfermedad del País de la Papelería

En un Mundo desconocido...

...hubo una mujer que deambulaba por las calles bajo una túnica roja que ocultaba su identidad. Daba limosna a los pobres y ayudaba a los convalecientes con medicinas que necesitaban, pero jamás decía su nombre.

En realidad se llamaba Jaligan y era la reina del país de los papeleros. El País de la Papelería era muy bien conocido por todos porque suministraba todos los recursos que los países que lo rodeaban y todos estaban muy contentos por el buen servicio que hace el rey con los otros reyes.

Era costumbre que los reyes se encargaban de las negocioaciones con el extranjero y se dedicaban a las exportaciones, principalmente, y las reinas estaban a cargo de todo lo que ocurriese dentro de las fronteras, incluso de las importaciones (aunque eran más bien escasas).

Jaligan era muy competente en sus deberes, pero se negaba al reconocimiento y a la fama. Decía que las cosas buenas deben darse gratuitamente para que el alma ganara energía positiva, y así era.

Todo marchaba como todos los días en el pequeño País de la Papelería cuando un ogro fijó su mirada en el próspero recinto. Sentía asco ante tanta limpieza y bondad y se propuso a sí mismo destruirlo todo.

Así entró el malvado ser, infectando a la gente con su aliento de enfermedades desconocidas, pero tenía un curioso poder. Se podía hacer invisible y nadie sabía cómo llegó la oleada de enfermedad al país.

Jaligan, muy preocupada por el extraño fenómeno en el que se veía su país, decidió pedir consejo a su secreto.

Cuando era pequeña le regalaron algo muy especial, una lagartija que podía hablar y tenía sueños que predecían el futuro. Sólo podía ser consultado tres veces por una misma persona, después ha de regalarse al sucesor más cercano posible. Desde que nació el País de la Papelería siempre fue transferido a la reina, pero Jaligan nunca sintió la necesidad de consultarlo... hasta ahora.

La lagartija le contó que soñó con un ser verde, grande, sucio y malvado, conocido como todos por el Ogro Valtimi, aunque nadie sabía su verdadero nombre... que era Sácudo. Si conseguía que alguien sin infectar en plena Luna Llena le gritara el nombre a la cara, todo volvería a la normalidad... Como predecía el futuro le dijo, lo conseguirás sólo si consigues escribir sin tinta sobre un papel rosa el nombre del ogro y lo haces llegar a todo humano del país, pero sólo debe escribir el nombre, sin especificar qué significa.

Y la lagartija le advirtió que debía guardarse los siguientes dos consejos muy bien, porque malgastarlos significa su ruina. La reina quería preguntar más cosas, pero entendió que serían las dos consultas que le quedan y siguió el consejo de la lagartija.

¿Cómo puede conseguir ella escribir algo sobre un papel rosa sin tinta? ¿A qué tipo de tinta se refería? ¿Podría hacerlo con barro o eso también es tinta?

Pasó la primera Luna Llena y medio país estaba infectado por el ogro... Si no lo conseguía para la siguiente Luna Llena se quedaría sin país que gobernar. De repente le vino la idea...

La gente, para escribir, dibuja las letras... ¿y si dibuja el papel en lugar de las letras? No se puede hacer un papel rosa sin tinta, eso era innegable, ¿y si hacía el papel rosa dejando en blanco la palabra "Sácudo"?

Y fue así como lo hizo... A todo ciudadano del país le llegó de un día para otro un papel rosa con la palabra Sácudo en blanco. Nadie entendió nada.

La noche de Luna Llena estaba casi todo el país infectado, sólo quedaban el rey y la reina por infectar. Ambos lamentaban la situación y la reina sólo podía llorar. El rey, desesperado, iba de un lado a otro intentando resolver el enigma de la enfermedad y del papel rosa (la reina no se lo había contado).

Intentando buscar la respuesta en la luz del fuego de la chimenea advirtió un extraño estremecimiento de las llamas... sintió la necesidad de levanatarse y gritar, no sabía qué gritar... pero gritó. El castillo se doblegó al escuchar:

"¡¡¡¡¡SÁCUDO!!!!!".

Y todo se quedó en silencio... todo dió vueltas... Apareció ante él un ser verde, grande, sucio y malvado que le miró fijamente con sus ojos rojos y desapareció. Igual que la enfermedad de todo su pueblo.

Al día siguiente el País se levantaba ante un nuevo resurgimiento. Nadie supo el papel de Jaligan en todo esto, pero todos estaban agradecidos al bienhechor. Se decidió celebrar anualmente el día del Sácudo, donde un ogro era quemado en una hoguera y había fuegos artificiales durante toda la noche.

Y ella se llenó de energía positiva.

jueves, 11 de marzo de 2010

Reabriendo Temporada

Mucho tiempo ha pasado desde la última vez, muchas historias que no se han contado han ocurrido desde el último post... Sólo puedo decir una cosa, LO SIENTO.

No era mi intención abandonar este lugar al poco de haber encontrado su fin y los métodos, pero me he visto obligada por diferentes y variados motivos que no creo que quepan en este pequeño rinconcito.

Aún así, es un grandísimo placer anunciar que... HE VUELTO. Renovada, retransformada, reilusionada y reconvertida, sin limitaciones tanto a la imaginación ni a la periodicidad de las publicaciones.

Seguiré con el método de las tarjetitas y la obligatoriedad de tener finales felices.

He encontrado por fin Trochilandia y no quiero alejarme de aquí.